Fernando Martín Miras, exagente del servicio penitenciario, fue liberado tras dos años preso acusado injustamente de pertenecer a una banda dedicada al narcotráfico dentro de la Unidad Penal Nº 3 (UP3) de San Nicolás. La Justicia determinó que las pruebas eran insuficientes y que, al momento del ingreso de la droga, Miras estaba de vacaciones, confirmando así su inocencia. El operativo inicial, realizado el 5 de diciembre de 2022, detectó casi 4 kilos de marihuana y cocaína en el sector de fabricación de hostias del penal. A raíz de esto, cinco personas fueron detenidas, entre ellas el sargento Miras, quien estaba a cargo de la vigilancia de los pabellones. “Fue una pesadilla. Estuve dos años preso siendo inocente, me separaron de la fuerza, me dejaron sin trabajo. Nadie puede devolverme lo que me quitaron. Me arruinaron la vida”, relató Fernando Miras, describiendo el calvario vivido dentro de diferentes unidades penitenciarias. Durante su detención, estuvo alojado en pabellones comunes con presos de alta peligrosidad, lo que puso en riesgo constante su vida. Tras la absolución, su abogado, Adolfo Suárez Erdaire, destacó que la jueza encontró que no había pruebas suficientes para condenar a Miras ni a otro imputado, lo que derivó en su liberación inmediata. “Fernando no ha podido volver a su vida normal; hoy sufre trastornos de angustia y personalidad. Fue desafectado sin sentencia y condenado socialmente, por eso busca limpiar su nombre. Su caso marca un precedente para quienes atraviesan situaciones similares y evidencia la urgencia de reparar daños y reinsertar a quienes fueron injustamente privados de su libertad”, agregó Suárez Erdaire. La causa continúa abierta para los demás imputados, mientras que Miras busca ahora reconstruir su vida tras el daño irreparable sufrido durante dos años de prisión sin culpa. Opinión pública El caso de Fernando Miras genera un fuerte cuestionamiento sobre los mecanismos de investigación y los controles dentro del sistema penitenciario argentino. La detención prolongada sin pruebas firmes y la exposición a condiciones de alto riesgo reflejan una problemática que va más allá de un error individual, evidenciando la necesidad imperiosa de garantizar procesos judiciales justos y de proteger los derechos humanos, incluso en contextos complejos como el penitenciario. La sociedad exige no solo justicia sino también reparación para quienes, como Miras, han sido víctimas de injusticias de este tipo. NORTE HOY  Con información de El Norte