En un contexto donde la ex presidenta Cristina Kirchner analiza recurrir a instancias internacionales para revertir su condena, Santiago Cantón, abogado especializado en derechos humanos y actual secretario general de la Comisión Internacional de Juristas en Ginebra, aporta un diagnóstico contundente. "Es muy difícil que prosperen las presentaciones de la ex presidenta en tribunales internacionales", afirma Cantón, quien fundamenta su postura en la doble función que cumplen la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y el Comité de Derechos Humanos Civiles y Políticos de la ONU: un sistema de casos y la posibilidad de medidas cautelares, cuya resolución es lenta y sometida a rigurosos estándares de debido proceso. Para Cantón, aunque la defensa de Cristina pueda presentar denuncias o solicitar medidas urgentes, el largo proceso judicial interno en Argentina —que incluyó varias instancias y la aprobación final de la Corte Suprema— limita las probabilidades de éxito a nivel internacional. El ex canciller Santiago Cafiero planteó que la vía podría continuar desde la CIDH a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, pero Cantón señala que esto puede extenderse por varios años sin garantía de un fallo favorable. En cuanto a la Corte Internacional de Justicia de La Haya o la Corte Penal Internacional, el experto es categórico: "No reciben este tipo de denuncias; sería prácticamente imposible." Respecto a la condena de seis años de prisión y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, Cantón explica que, si bien ambos aspectos pueden ser evaluados por organismos internacionales, la inhabilitación es la única que podría tener alguna mínima chance de revisión, dado que los Estados tienen facultades para reglamentar los derechos políticos bajo ciertas circunstancias. Un dato relevante es la presencia de miembros argentinos en la CIDH, como Andrea Pochak, pero según Cantón, estos organismos mantienen estrictas prácticas para evitar influencias directas en casos nacionales. El especialista señala también que organismos como la CIDH y el Comité de Derechos Humanos actúan como mecanismos subsidiarios o complementarios, es decir, sólo intervienen si las jurisdicciones nacionales fallan o cometen errores evidentes. En este marco, Cantón recuerda antecedentes de exmandatarios latinoamericanos como Alan García, Fujimori, y Lula da Silva, cuyos casos presentan similitudes pero con resultados dispares según las circunstancias y decisiones internas previas. Finalmente, Santiago Cantón concluye que, aunque la ex presidenta pueda intentar acudir a estas instancias internacionales para obtener un beneficio mediático, el éxito jurídico en revertir la condena en estas cortes es sumamente improbable. Opinión pública Este análisis revela la complejidad del sistema judicial internacional y pone en evidencia que el camino legal de Cristina Kirchner fuera del país enfrenta obstáculos prácticamente insalvables. La opinión generalizada de expertos indica que la estrategia puede ser más una maniobra política y mediática que una expectativa fundada en la reversión de la condena. Este escenario reafirma la importancia del sistema judicial local y su autonomía, reforzando la confianza en los procesos internos frente a presiones externas.