La tensión política y laboral en el Municipio de Ramallo sigue en ascenso. Mientras continúan los reclamos por despidos recientes, demoras en el pago de salarios y un déficit financiero cada vez más profundo, el intendente Mauro Poletti avanza con la organización de una nueva fiesta municipal, decisión que generó fuertes cuestionamientos dentro del personal afectado. En diálogo con NORTE HOY, un exempleado municipal, bajo condición de anonimato, expresó su malestar ante lo que considera una contradicción de la gestión local. “Seguimos en conflicto y el intendente Poletti hace una joda. No hay plata para mejorar los sueldos de los empleados terciarizados y se usan los autitos y empleados de la patrulla preventiva para hacer política”, afirmó. Según denunció, varios trabajadores de la patrulla preventiva municipal llevan semanas sin cobrar sus haberes. Además, sostuvo que durante la campaña electoral fueron utilizados para tareas vinculadas a la difusión política. “Para ellos, plata para la preventiva no hay: o trabajás gratis o después no trabajás en ningún lugar más dentro del partido de Ramallo mientras él sea intendente”, señaló el exempleado. Los reclamos se suman a despidos que, según los denunciantes, fueron ejecutados sin garantías laborales y al uso continuo de cooperativas para contratar personal bajo condiciones precarizadas. Dirigentes gremiales ya habían advertido que esta modalidad genera inestabilidad y dificulta la defensa de derechos laborales básicos. Paralelamente, fuentes del Ejecutivo consultadas por este medio reconocieron que la deuda municipal aumentó durante los primeros meses de gestión. Esta situación provocó freno en pagos a proveedores y retrasos administrativos que afectan infraestructura y servicios esenciales. Pese al panorama financiero adverso, la gestión local avanza con la contratación de espectáculos y productoras privadas. El denunciante apuntó a M y T Producciones como una de las empresas vinculadas a la organización de eventos y al uso exclusivo del Auditorio de Villa Ramallo. “¿Cómo paga este espectáculo o el de Los Nocheros y otros tantos? Amiguismo para unos pocos. ¿Quién investiga esto?”, cuestionó. El malestar crece también por la ausencia de respuestas oficiales respecto al atraso salarial, el mantenimiento de calles y la promesa del arribo del Operativo Sol al distrito. Para los trabajadores, podría tratarse de otro compromiso sin cumplir. Hasta el momento, la administración municipal no emitió un comunicado formal sobre los cuestionamientos. Los empleados afectados aseguran que continuarán reclamando soluciones y advierten que la conflictividad podría escalar si no hay voluntad de diálogo. La situación deja en evidencia una creciente desconexión entre las necesidades urgentes del personal y las prioridades festivas del Ejecutivo local. Opinión pública: el clima social en Ramallo sugiere que la organización de eventos en medio de atrasos salariales podría profundizar el desgaste político y acelerar el malestar ciudadano, especialmente en un contexto económico tan sensible. Redacción del Diario NORTE HOY
