Danisa tiene 26 años y lleva más de seis años viviendo en condiciones extremas junto a sus tres hijos, dos de ellos con Certificado Único de Discapacidad (CUD). La joven madre construyó con esfuerzo su vivienda en calle San Nicolás al 127, en Gobernador Castro, pero hasta hoy no logra acceder a la red eléctrica pese a numerosos reclamos. "No quiero que me regalen nada, quiero que me cobren la instalación como se debe e ir pagando todos los meses", explicó Danisa, visiblemente angustiada por la situación. Al momento de comprar su terreno el dueño original no contrató un agrimensor ni realizó la subdivisión de los lotes. Hoy, en ese predio viven más de 40 familias que enfrentan el mismo problema. La joven asegura haber presentado cartas y petitorios ante Coopser en reiteradas oportunidades, pero todo permanece paralizado en una carpeta a la espera de la habilitación y las obras necesarias. "Están todos los pedidos, tanto el mío como el de otros vecinos, esperando que se habilite, que hagan la subdivisión y que podamos tener la luz", explicó. La urgencia se vuelve dramática por la condición de una de sus hijas, que padece falta de desarrollo fisiológico, cuadriplejia flácida y epilepsia. "Necesita aspirarse a diario para poder respirar; si no la conecto, se ahoga. Me tengo que ir a la casa de un vecino con el aparato para poder hacerle la aspiración", contó entre lágrimas. Danisa insiste en que no busca privilegios ni un favor gratuito: "No quiero engancharme de la luz, quiero pagar el servicio como corresponde. Lo único que pido es una vida digna para mis hijos". Este caso expone una realidad que se repite en muchos barrios periféricos y zonas rurales, donde la falta de planificación y regularización de tierras termina condenando a las familias más vulnerables a vivir sin servicios básicos. Reflexión final Vivir sin luz no es solo una cuestión de incomodidad: en este caso, es una cuestión de vida o muerte para una niña que depende de un respirador. La burocracia y la desidia administrativa no pueden seguir siendo la excusa para ignorar derechos humanos básicos. Redacción del Diario NORTE HOY