Diario NORTE HOY – La ola polar que afecta a buena parte del país dejó en San Pedro una de las mañanas más frías del año, con una temperatura mínima de -5,1 ºC registrada el martes 1° de julio. El dato fue relevado por el Observatorio Meteorológico de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA San Pedro, ubicado sobre Ruta 9, Km 170. Sin embargo, ese registro no representa el valor más extremo de los últimos tiempos. Desde 1965, el INTA conserva una base de datos rigurosa con las temperaturas mínimas detectadas a 1,50 metros de altura, en abrigo. Según esa serie histórica, el récord absoluto se dio el 13 de junio de 1967, cuando el termómetro descendió a -6,9 ºC. Aquel día, las temperaturas bajo cero se extendieron durante 12 horas, y las inferiores a -5 ºC se mantuvieron por 4 horas consecutivas. Lo ocurrido al día siguiente fue aún más grave: la mínima bajó a -5,3 ºC y se desencadenó lo que los productores definieron como una catástrofe para la fruticultura local. Se perdió hasta el 50% de la cosecha de cítricos, lo que dejó una marca imborrable en el sector. El dato de este martes fue igualmente significativo, aunque no único: se trató de la novena vez en seis décadas en la que las temperaturas mínimas superan los -5 ºC. Otras heladas destacadas se registraron el 24 de junio de 2009 (-5,0 ºC) y el 24 de junio de 2018 (-5,1 ºC). También el año pasado se vivieron episodios severos. El 6 de julio de 2024 se registró una mínima de -5,2 ºC, y entre el 9 y el 11 de ese mismo mes, se sucedieron tres jornadas con temperaturas de -6,0 ºC, -5,8 ºC y -5,7 ºC, respectivamente. En todos esos casos, se vieron afectadas nuevamente las producciones frutícolas del partido. Los registros del INTA, bajo la coordinación de María Rosa Delprino y Franco Lázzari, son parte de una tarea sistemática que desde hace 60 años permite entender el comportamiento climático de la región, clasificar las heladas meteorológicas y dimensionar su impacto productivo. Desde NORTE HOY, seguimos de cerca el fenómeno, atentos a las consecuencias que este tipo de eventos extremos tiene sobre la economía regional. Opinión: En tiempos donde el cambio climático reconfigura los patrones de temperatura en todo el planeta, contar con información precisa y continua como la que aporta el INTA es clave. No solo permite anticipar daños, sino también repensar los modelos productivos frente a un escenario de mayor incertidumbre. San Pedro, por su historia y su presente, debe estar en el centro de esa planificación.