El intendente de Rosario, Pablo Javkin, se expresó con contundencia en medio del escándalo por el fentanilo contaminado distribuido por los laboratorios HLB Pharma y Ramallo S.A. Al afirmar que los propietarios de estas empresas “tienen vínculos con el narcotráfico”, Javkin pidió a la Justicia una investigación exhaustiva para determinar si parte de ese material fue desviado al mercado ilegal. En declaraciones recientes, el jefe municipal recordó que la Justicia ya constató que solo dos laboratorios estaban habilitados para importar fentanilo, y que estas importaciones aumentaron durante la pandemia de COVID-19, pero continuaron en los meses siguientes. “Debemos saber si seguramente hubo también desvíos al mercado ilegal y, además, hay vínculos entre los laboratorios y algunos personajes ligados al narcotráfico”, enfatizó. Javkin también evocó un antecedente grave: el laboratorio Apolo, cuyos propietarios fueron absueltos tras la explosión en el barrio Tablada en junio de 2016, y que recibieron como pena tareas comunitarias en un museo del Partido Justicialista en San Nicolás. El intendente calificó la situación como “muy grave”, especialmente porque se confirmó que el fentanilo contaminado fue aplicado a pacientes internados en terapia intensiva del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA), poniendo en riesgo vidas en el corazón del sistema de salud rosarino. Finalmente, anunció que el Municipio de Rosario se presentará como querellante en la causa judicial para reforzar la investigación y advirtió: “No vamos a tolerar a ningún grupo mafioso actuando en el marco de la ciudad de Rosario”. Diario NORTE HOY Esta denuncia apunta a visibilizar una problemática que no solo afecta la salud pública sino que expone una conexión directa entre ciertos sectores de la industria farmacéutica y el crimen organizado. La postura del intendente Javkin abre un desafío judicial y social que, de ser comprobado, tendrá consecuencias profundas para Rosario y su sistema sanitario. NORTE HOY