NORTE HOY Giovanni Benavídez nació el 26 de abril en la clínica Vélez Sarsfield, en la ciudad de Córdoba. Desde entonces, su vida pende de un hilo. Con apenas tres meses, el bebé permanece internado en estado crítico tras haber sido sedado con fentanilo presuntamente contaminado, según denunció su familia ante la Justicia federal. Su madre, Sol Basualdo, relató que su hijo fue intubado apenas dos horas después de haber nacido por cesárea. Los médicos detectaron una baja saturación de oxígeno y lo derivaron a neonatología. Allí, fue sedado con fentanilo para que tolerara la asistencia mecánica. Pero, lejos de mejorar, su salud se agravó rápidamente. El 9 de mayo, la ANMAT emitió una alerta nacional por lotes de fentanilo contaminados con bacterias peligrosas. Ese mismo día, Giovanni se descompensó. Los médicos reemplazaron el opioide por morfina, pero ya era tarde: el cuadro clínico se había deteriorado. “La jefa de neonatología nos confirmó que la Klebsiella venía del fentanilo”, afirmó Sol, refiriéndose a la bacteria multirresistente que le diagnosticaron a su hijo días después. La familia también denuncia la falta de acceso a la historia clínica completa y teme que esa omisión impida avanzar en la investigación. Según fuentes judiciales, este sería el primer caso confirmado en un recién nacido en Córdoba. En esa provincia se distribuyeron más de 15.000 ampollas del fentanilo cuestionado. La clínica Vélez Sarsfield ya entregó parte de la documentación solicitada por la Justicia, y al menos una persona involucrada falleció. La investigación nacional está a cargo del juez federal Ernesto Kreplak, quien analiza posibles responsabilidades penales en una causa que ya incluye 68 muertes y 74 casos sospechosos en distintos puntos del país. Las bacterias detectadas en varios lotes son Klebsiella y Ralstonia, ambas asociadas a infecciones graves en entornos hospitalarios. El Instituto Malbrán trabaja en la trazabilidad del medicamento y ya se imputaron a 24 personas, entre ellas directivos de laboratorios, responsables de distribución y autoridades de control. Las empresas bajo la lupa son HLB Pharma y Ramallo S.A., cuyos productos fueron distribuidos en al menos siete provincias. Desde el entorno de las víctimas, las declaraciones son contundentes: “Esto no fue un accidente, fue un abandono”, señalaron a través de comunicados públicos. Reclaman justicia, reparación urgente y garantías para que un hecho así no vuelva a repetirse. Opinión pública fundamentada: En un sistema de salud que debe proteger vidas desde el primer minuto, el caso de Giovanni evidencia lo contrario: la vida de un recién nacido quedó expuesta a una cadena de negligencias. Las respuestas deben ser urgentes, pero sobre todo ejemplares. Diario NORTE HOY. Para más información, visite www.nortehoy.com.ar Con información de TN