El caso de los lotes de fentanilo contaminado producidos por HLB Pharma llevó a la Justicia a ordenar un relevamiento en la planta de Laboratorios Ramallo, ubicada en el Parque Industrial Comirsa, en Ramallo. La investigación fue coordinada por el Juzgado Federal N° 3 de La Plata, a cargo del juez Ernesto Kreplak, tras la difusión de imágenes aéreas captadas con drones que mostraban el descarte de envases y ampollas a cielo abierto. Según el informe oficial del Ministerio de Ambiente de la provincia de Buenos Aires, acompañado por efectivos de la Policía Federal y la Prefectura Naval, se constató la presencia de blísteres, sachets y ampollas de distintos fármacos, tanto rotos como enteros. Entre los productos identificados se encontraban solución dextrosa al 10%, aminofilina, diclofenac y metoclopramida, todos de uso hospitalario. No se habrían detectado ampollas de fentanilo dentro de los residuos observados. El relevamiento, realizado sin toma de muestras, tenía como objetivo describir el estado de situación del predio, evaluar el riesgo ambiental y sugerir medidas a adoptar. Los residuos hallados se consideran "residuos especiales" según la Ley Provincial N° 11.720, que regula su manejo, envasado, identificación y disposición final a través de operadores habilitados. El abogado de Ariel García Furfaro, propietario de HLB Pharma y Laboratorios Ramallo, reconoció que existía material vencido, pero negó conocimiento del descarte de ampollas a cielo abierto como se mostró en las imágenes. Explicó que la clausura abrupta del laboratorio y la paralización de los procesos pudo haber dejado residuos a la intemperie temporalmente, a la espera de su retiro por empresas autorizadas. La planta permanece cerrada desde el 15 de mayo con custodia federal. Los resultados del relevamiento ya fueron remitidos al juzgado interviniente, que decidirá las medidas a tomar para asegurar la correcta gestión de los residuos y el eventual procedimiento sancionatorio previsto en la normativa vigente. Desde el Ministerio de Ambiente ratificaron que todo se documentó mediante actas, informes técnicos y registro fotográfico. La supervisión de la producción, calidad y comercialización de los medicamentos continúa siendo responsabilidad de la ANMAT, mientras que el control ambiental de los residuos especiales recae en la provincia de Buenos Aires, coordinada con las fuerzas federales para garantizar la seguridad y la salud pública. La situación generó preocupación en la comunidad y abrió un debate sobre los protocolos de manejo de desechos farmacológicos. Vecinos y especialistas en medio ambiente subrayaron la necesidad de reforzar los controles para evitar riesgos tanto para la población como para el ecosistema. Redacción de Diario NORTE HOY