Un grupo de trabajadores municipales de Ramallo, pertenecientes al área de prevención, denunció que fueron apartados de sus funciones tras mantener una reunión en la que reclamaron el pago de sueldos adeudados y un aumento salarial. Según los empleados, la medida fue dispuesta por el intendente Mauro Poletti y el secretario de Seguridad. Uno de los trabajadores indicó que el salario mensual rondaba los 300 mil pesos y que las horas extras se abonaban a razón de 3 mil pesos por hora. Tras el reclamo, afirmaron, se les prohibió salir a patrullar: “Por orden del intendente y el secretario de Seguridad no podemos trabajar”, señalaron. A pesar de la medida, los empleados continúan presentándose a sus turnos, aunque el supervisor les comunica diariamente que no cuentan con autorización para realizar tareas operativas. Los reclamos surgieron al solicitar la regularización de su situación laboral y el pago del mes adeudado. Los trabajadores lamentan la falta de respuestas por parte del Ejecutivo municipal: “Pedimos explicación y nadie da la cara”, expresó uno de ellos. Hasta el momento, el municipio no emitió comunicado oficial sobre la situación. Los empleados evalúan nuevas acciones si la medida se prolonga, aunque reiteraron su voluntad de retomar sus funciones habituales. La situación generó preocupación en la comunidad y pone en debate la relación entre el Ejecutivo municipal y sus empleados. NORTE HOY