La investigación conocida como Causa Cuadernos volvió a poner en foco a Fabián Ezequiel García Ramón, un ingeniero nacido en San Nicolás y graduado en la Universidad Tecnológica Nacional, acusado de haber integrado una presunta estructura de recaudación ilícita vinculada a la obra pública. El exfuncionario se desempeñó como director de Promoción de Energías Renovables y asesor del Ministerio de Planificación durante la gestión de Julio De Vido, actuando bajo el círculo de confianza de Roberto Baratta. Según consta en el expediente, García Ramón ofreció un resarcimiento económico de US$908.824 para intentar terminar con su procesamiento. Sin embargo, el planteo fue rechazado por la Justicia, al igual que las propuestas de otros exfuncionarios y empresarios implicados en la causa. La Redacción del Diario NORTE HOY confirmó que el rechazo judicial se sostiene en la gravedad institucional de los hechos investigados. Entre marzo de 2005 y octubre de 2006, el ingeniero participó en al menos 29 reuniones con empresarios y autoridades coordinadas por Baratta, un número que alimentó sospechas dentro de la investigación. A partir del año siguiente, diversos documentos públicos registran una llamativa ausencia de su nombre, pese a que continuó desempeñando funciones al frente de la dirección que integraba. En 2019, y tras un operativo de búsqueda de la Policía Federal en distintos puntos del país, García Ramón decidió entregarse voluntariamente a la Justicia. Las autoridades habían intentado detenerlo en un domicilio ubicado en el barrio Los Ombúes, en el kilómetro 33 de la Ruta 2, en Berazategui, además de realizar procedimientos en Buenos Aires, Rosario y San Nicolás. La acusación impulsada por el fiscal Carlos Stornelli sostiene que García Ramón habría integrado una asociación ilícita que, de acuerdo con la imputación, operó bajo la conducción de altos referentes del gobierno nacional de aquel entonces. Dicha estructura habría funcionado como mecanismo coordinado de recaudación vinculada a contrataciones estatales, marcando uno de los capítulos más sensibles del expediente. Fuentes consultadas en su entorno recuerdan que comenzó su carrera como vendedor de materiales eléctricos, ganándose progresivamente la confianza del grupo más cercano al exministro De Vido. Ese ascenso vertiginoso alimenta diversas hipótesis sobre su rol y responsabilidades dentro de la estructura investigada. Mientras avanza el proceso judicial, distintos sectores de la opinión pública observan con atención el impacto institucional del caso y la posibilidad de que la causa derive en fallos ejemplificadores. Para muchos analistas, el expediente Cuadernos ya se consolidó como un punto de inflexión en la discusión sobre transparencia y responsabilidad en la gestión de recursos estatales. NORTE HOY  Opinión pública razonada: Más allá de las imputaciones concretas, este expediente expone una discusión profunda y necesaria: la construcción de confianza en las instituciones. Cuando el manejo de fondos públicos se altera por intereses privados, la credibilidad del Estado se ve dañada, afectando la vida cotidiana de millones de ciudadanos que exigen transparencia y respeto a la ley.