El Área de Género y Diversidad de la Municipalidad de Ramallo atraviesa una crisis que generó inquietud dentro del equipo técnico y también en organizaciones que siguen de cerca la implementación de políticas públicas en el distrito. La preocupación quedó formalizada en una nota presentada ante el Concejo Deliberante, donde las profesionales expusieron un marcado deterioro en el funcionamiento del área tras el cambio de conducción impulsado por el intendente Mauro Poletti. El punto de inflexión fue la salida de la exdirectora Daniela Mesias, quien dejó su cargo para asumir como concejala. En su lugar fue designada Fernanda Gusmerini, integrante de la Guardia Urbana y sin antecedentes vinculados al desarrollo de políticas de género, según plantean quienes trabajan en el área. Desde ese momento, las profesionales describen un escenario de “desacuerdos técnicos, profesionales y éticos” que, con el correr de los meses, se transformó en un proceso de debilitamiento institucional. Entre los aspectos más sensibles señalados en la presentación se destaca la ausencia de lineamientos de trabajo, la desarticulación de los dispositivos de acompañamiento y la interrupción de programas que hasta este año funcionaban con continuidad. Para el equipo interdisciplinario, esta situación no se limita a una cuestión interna: repercute de manera directa en la atención de personas en situación de violencia y en la intervención comunitaria en casos de alto riesgo. Las trabajadoras también advierten sobre una visible reducción de la presencia territorial del área, menos actividades en escuelas y centros de salud, y la suspensión de iniciativas vinculadas a masculinidades, diversidad y prevención de violencias. Lo describen como “un retroceso en derechos adquiridos” y una pérdida de acceso para la comunidad a políticas públicas esenciales. La conducción de Gusmerini aparece como eje del conflicto. De acuerdo con la presentación, existe “falta de reconocimiento del trabajo profesional”, trabas administrativas en intervenciones urgentes y una gestión que, según afirman, no se sostiene en criterios técnicos adecuados para un área de alta sensibilidad. También remarcan que se profundizaron las dificultades para articular con organismos provinciales y nacionales, una pieza clave para garantizar respuestas rápidas. El reclamo no se limita a la responsable actual del área. Las profesionales apuntan directamente al intendente Poletti por haber producido un reordenamiento que, aseguran, no contempló la continuidad institucional ni la capacitación necesaria para sostener la complejidad de las políticas de género. Por ese motivo solicitaron que el Concejo Deliberante intervenga y tome conocimiento formal del deterioro. Desde NORTE HOY, fuentes legislativas confirmaron que la nota ya fue ingresada y que será puesta en análisis en comisión. El objetivo de las trabajadoras es evitar que el vaciamiento denunciado derive en mayores obstáculos para la atención de la comunidad, en un contexto donde las consultas y los requerimientos aumentan de manera constante. A modo de lectura pública, el planteo que llegó al Concejo se suma a un debate que crece en distintas localidades: la necesidad de que las áreas de género cuenten con conducción profesional, recursos sostenidos y continuidad política más allá de los cambios administrativos. La experiencia indica que cuando estas estructuras se debilitan, las consecuencias recaen sobre quienes más necesitan acompañamiento. NORTE HOY – www.nortehoy.com.ar