Un nuevo corte generalizado del servicio de agua potable volvió a afectar a Villa Ramallo y dejó a la localidad sin suministro durante casi diez horas. El episodio, ocurrido este martes, reavivó la preocupación de los vecinos por el estado de la infraestructura y la ausencia de inversiones de fondo en un servicio esencial. Según informó la Municipalidad de Ramallo, la interrupción se originó por la rotura de un caño maestro en la intersección de las calles Marinero Panno y Santa María de Oro. Personal de Obras Sanitarias trabajó desde las primeras horas de la mañana para reparar el conducto y avanzar con la restitución del servicio. Sin embargo, las tareas demandaron más tiempo del previsto y el restablecimiento no fue uniforme. En distintos sectores de Villa Ramallo, una vez normalizado el suministro, persistieron problemas de presión, una situación que se volvió especialmente crítica en un contexto de temperaturas elevadas. El prolongado corte y la falta de respuestas inmediatas generaron malestar entre los vecinos, que expresaron su preocupación ante la repetición de episodios similares. La situación no fue un hecho aislado: en los días previos ya se habían registrado interrupciones de menor duración y una marcada disminución de la presión en varios barrios. Lo ocurrido volvió a encender una alarma conocida en la comunidad. Cada verano, cuando la demanda aumenta y el calor se intensifica, el sistema de agua potable muestra sus límites. En Villa Ramallo, los cortes prolongados y la presión insuficiente se transformaron con el paso del tiempo en una postal habitual. A pesar de algunas acciones puntuales impulsadas por el municipio, como la colocación de nuevas bombas, las soluciones resultaron insuficientes frente a un sistema troncal que evidencia un avanzado estado de deterioro. La red de agua potable supera los 60 años de antigüedad y no ha sido sometida a una renovación integral que garantice un servicio acorde a las necesidades actuales. A este escenario se suma otro reclamo persistente: cada rotura de un caño maestro deja secuelas visibles en la vía pública. Vecinos advierten que muchas calles intervenidas quedan en malas condiciones durante largos períodos, lo que refuerza la sensación de falta de planificación y mantenimiento sostenido. Tal como viene señalando NORTE HOY, el problema del agua en Villa Ramallo excede los episodios puntuales y expone una fragilidad estructural que se arrastra desde hace años. La repetición de fallas en sectores ya reparados plantea interrogantes sobre la eficacia de las intervenciones y la necesidad de una mirada integral. El corte de este martes dejó, una vez más, al descubierto un sistema vulnerable y la ausencia de un plan de inversión de largo plazo que permita garantizar un suministro estable y confiable. Mientras tanto, la incertidumbre vuelve a instalarse en una comunidad que teme que este escenario se repita con mayor frecuencia a medida que avance el verano. Opinión pública: cuando un servicio esencial falla de manera reiterada, deja de ser un problema técnico y se convierte en una cuestión de gestión. Villa Ramallo no necesita respuestas de emergencia cada vez que un caño colapsa, sino decisiones estructurales que anticipen los problemas y devuelvan previsibilidad a la vida cotidiana. NORTE HOY.
