La presión sobre el oficialismo aumenta a medida que el proyecto de ley para recomponer las jubilaciones se encamina hacia su sanción definitiva en el Senado. Con el respaldo de al menos 40 legisladores del kirchnerismo, la UCR y fuerzas provinciales, la iniciativa que ya fue aprobada por la Cámara de Diputados tiene garantizados los votos necesarios para convertirse en ley. Mientras el presidente Javier Milei anticipó su intención de vetarla, como ya lo hizo con una ley similar el año pasado, el oficialismo se ve cada vez más acorralado en el Congreso. La única estrategia disponible parece ser la dilación del tratamiento parlamentario, tanto en comisiones como en el recinto. El proyecto establece una suba del 7,2% en los haberes y actualiza el bono que paga ANSES a los jubilados que perciben la mínima, elevándolo de $70.000 a $110.000. También incluye mejoras para los pagos a prestadores de servicios para personas con discapacidad, aunque con menor consenso. El kirchnerismo cuenta con 34 senadores dispuestos a votar a favor, y todo indica que obtendrá al menos 6 votos adicionales entre radicales como Martín Lousteau y Pablo Blanco, y provinciales como Alejandra Vigo, Mónica Silva o José María Carambia. Con esa cifra, el quórum está asegurado. La discusión legislativa deberá pasar por las comisiones de Presupuesto y Hacienda —presidida por Ezequiel Atauche (LLA)— y Trabajo y Previsión Social, presidida el año pasado por Carmen Álvarez Rivero (PRO). Ambos nombres son aliados del oficialismo, pero la integración de las comisiones favorece ampliamente a la oposición, lo que anticipa un dictamen favorable al proyecto. La vicepresidenta Victoria Villarruel será quien defina la fecha de la sesión, pero en el entorno parlamentario ya se da por descontado que el debate en el recinto es inminente. La única sesión prevista hasta ahora sería a fin de mes, con la exposición del jefe de Gabinete, Guillermo Francos. Desde NORTE HOY se pudo confirmar que el bloque PRO, dividido y con tensiones internas, recién definirá su postura el viernes. No obstante, al menos una senadora —Guadalupe Tagliaferri— anticipó su voto a favor. En paralelo, el oficialismo no logra reunir los apoyos necesarios para frenar la prórroga de la moratoria previsional. Aunque fue aprobada en Diputados, varios sectores, incluida la UCR, la califican de "populista" y no garantizarían su respaldo. Con este panorama, el Ejecutivo deberá asumir una disyuntiva de alto voltaje político: vetar una ley con amplio respaldo parlamentario y fuerte contenido social, o ceder frente a una derrota legislativa inevitable. En un clima de tensión institucional, los jubilados vuelven a estar en el centro de la escena política. El debate de fondo excede la matemática parlamentaria: se trata del modelo de país que se busca consolidar. Redacción del Diario NORTE HOY