David Prestifilipo, el joven que fue gravemente herido de un disparo en el pecho el pasado 9 de julio en el barrio Los Viñedos, recibió el alta hospitalaria tras haber permanecido en terapia intensiva y atravesar dos delicadas intervenciones quirúrgicas. Aunque su estado continúa siendo de cuidado, su recuperación es considerada “milagrosa” por su familia. El hecho, que conmocionó a toda la comunidad de la zona oeste, ocurrió cerca de las 23:30 en la intersección de las calles Mansilla, España y Pedro Goitia. Según relataron testigos, Prestifilipo se encontraba realizando una tarea de poda para una vecina cuando fue sorprendido por un hombre que le disparó por la espalda. El proyectil atravesó su tórax, causándole graves lesiones internas: hemotórax, laceración hepática y daños en pulmón, hígado y estómago. El atacante, que llegó al lugar en moto acompañado por otra persona, disparó al menos dos veces y luego huyó rápidamente. Prestifilipo fue auxiliado por allegados que lo trasladaron en auto particular al Hospital San Felipe, donde ingresó en estado crítico. La rápida atención médica y las posteriores cirugías fueron determinantes para que hoy pueda continuar su recuperación en su hogar. La causa es investigada por la Unidad Fiscal de Instrucción N°1. Hasta el momento no hay detenidos, aunque el principal sospechoso ya fue identificado y pesa sobre él una orden de captura. Según trascendió, se trataría de un sujeto con quien la víctima había tenido una discusión horas antes del ataque, vinculada a comportamientos inapropiados frente a menores. Lorena, madre de David, brindó un emotivo testimonio al diario El Norte. “Mi hijo le pidió a ese hombre que no hiciera cosas indebidas frente a chicos. Hubo una discusión y después volvió armado. Le disparó por la espalda mientras estaba trabajando”, contó. “No queremos venganza, solo justicia. No dormimos tranquilos sabiendo que el agresor sigue libre. Pedimos que lo detengan antes de que haga daño a otra persona”, agregó con angustia. Respecto del estado de salud de su hijo, señaló que “está en casa, pero todavía no puede dormir bien, se despierta sobresaltado. Está luchando con las secuelas físicas y emocionales, pero creemos que va a salir adelante. Lo que vivimos fue un milagro de Dios”. El ataque, que dejó secuelas físicas severas en la víctima, expone una vez más la compleja situación de violencia que se vive en ciertos sectores de la ciudad. La familia agradeció la atención del personal médico del Hospital San Felipe y a todas las personas que acompañaron con sus oraciones y gestos de apoyo en los momentos más difíciles. NORTE HOY - www.nortehoy.com.ar