En San Pedro crece la bronca y la desconfianza hacia el intendente Cecilio Salazar. Para muchos vecinos, quedó en evidencia que su verdadera prioridad nunca fue la ciudad, sino su carrera política personal. “Nosotros luchamos contra eso, nuestro interés es ver bien a San Pedro”, expresó el dirigente Mauro Rasio. Un intendente con otros planes No es la primera vez que Salazar pone a San Pedro en segundo lugar. En 2021 dejó la intendencia para ocupar un cargo en el Ministerio de Transporte del gobierno nacional. Ese alejamiento, según recuerdan dirigentes y vecinos, dejó consecuencias visibles: servicios desatendidos, obras paralizadas y una administración en piloto automático. Un regreso forzado, no elegido Según Rasio, el regreso de Salazar a la intendencia no respondió a una decisión personal de compromiso con la ciudad, sino a la presión política de su espacio. “Los vecinos ya se dieron cuenta de que utiliza la intendencia como un escalón en su proyecto personal, sin un compromiso real con el futuro de San Pedro”, remarcó. La ciudad que espera, el intendente que se ausenta Mientras San Pedro enfrenta problemas urgentes —calles deterioradas, inseguridad en los barrios, turismo desaprovechado y falta de inversión en infraestructura—, las críticas apuntan a un intendente más preocupado por su posicionamiento en la política provincial y nacional que por dar respuestas concretas a la población. ¿Quién gobierna realmente San Pedro? Entre comerciantes, trabajadores y familias circula una pregunta que sintetiza el malestar: ¿puede una ciudad crecer si su intendente está pensando en otra cosa?. La percepción es que San Pedro quedó atrapada en las ambiciones de un dirigente que mira más arriba, pero no hacia adentro.