El escenario político bonaerense y nacional entra en zona de máxima turbulencia tras la confirmación de la Corte Suprema que sella la detención de Cristina Fernández de Kirchner en la causa Vialidad. La visita de la ex presidenta a Comodoro Py, prevista para el miércoles, reunirá a dirigentes peronistas de todos los sectores, incluido el gobernador Axel Kicillof, que ve cómo su estrategia de negociación se complica frente a la renovada centralidad de la líder del kirchnerismo. En La Plata admiten con incomodidad que la nueva situación de Cristina condiciona los planes para blindar la hegemonía del Movimiento Derecho al Futuro, el núcleo kicillofista. La exclusión de Kicillof de la reciente cumbre del PJ bonaerense y las críticas de La Cámpora son signos de una tensión que podría escalar en las próximas semanas. "Nos quieren empujar a romper", deslizó un funcionario cercano al Gobernador, mientras Máximo Kirchner evalúa reemplazar a su madre en las listas como diputado provincial, una jugada que enciende recelos en intendentes del conurbano. En paralelo, el oficialismo nacional juega su propia partida. Mientras La Libertad Avanza y el PRO exploran un pacto electoral, Mauricio Macri y Cristian Ritondo enfrentan la resistencia de Karina Milei, decidida a imponer la marca libertaria sin ceder estructura al partido amarillo. La interna por el armado en la provincia de Buenos Aires promete heridos: los intendentes del PRO quieren preservar su poder local, pero los libertarios no planean regalar casilleros claves. Con este nivel de fragmentación, crece el intento de sectores del radicalismo, el peronismo no K y referentes como Elisa Carrió, Margarita Stolbizer y Facundo Manes de ensayar una tercera vía. Un bloque de intendentes radicales y figuras sueltas buscan capturar el voto desencantado que se refleja en la alta abstención electoral. Opinión: Con la Justicia dictando tiempos políticos, la dirigencia argentina enfrenta la misma encrucijada de siempre: negociar bajo presión o arriesgarse a perderlo todo en las urnas. El desenlace podría redibujar el mapa electoral más allá de 2025.  www.nortehoy.com.ar