El Gobierno nacional ultima los detalles de un operativo de seguridad especial para el traslado de Cristina Fernández de Kirchner a los tribunales federales de Comodoro Py, previsto para este miércoles. La medida implica el despliegue conjunto de la Policía Federal, Gendarmería, Prefectura y la Policía de Seguridad Aeroportuaria, bajo la coordinación del Ministerio de Seguridad a cargo de Patricia Bullrich. Según confirmaron fuentes de la Casa Rosada, la expresidenta será escoltada desde su domicilio en el barrio porteño de Constitución hasta Retiro. Para prevenir incidentes y garantizar el orden, el Gobierno planea aislar la zona con un vallado perimetral y cortes parciales de tránsito, similar al esquema de seguridad que suele aplicarse en sesiones clave del Congreso. La mesa chica de Balcarce 50 dio instrucciones estrictas: evitar un “show mediático” y proteger la privacidad del procedimiento. De este modo, se busca impedir la filtración de imágenes de Cristina Kirchner realizando los trámites de rigor, como la toma de huellas dactilares y la foto carnet. En paralelo, el Partido Justicialista confirmó que acompañará a la exmandataria con una movilización, apoyada por sindicatos como ATE, las dos CTA, UOM, La Bancaria y SMATA. Estas organizaciones ya realizaron cortes en la autopista Panamericana tras conocerse la condena a seis años de prisión. El Ejecutivo presentó ante la Justicia una propuesta para la detención de la exjefa de Estado en una unidad del Servicio Penitenciario Federal. Sin embargo, los magistrados aún evalúan concederle la prisión domiciliaria y podrían informarle esa resolución antes de su traslado, mediante una audiencia virtual con el juez Jorge Gorini del Tribunal Oral Federal 2. Desde la Casa Rosada reconocen que la posibilidad de mantener a Cristina Kirchner en su domicilio sería un alivio logístico y político, ya que el operativo demanda recursos y podría escalar la tensión social. Aun así, el oficialismo admite en privado que una jornada con caos vehicular y disturbios callejeros podría capitalizarse electoralmente. “A la gente no le gusta que bloqueen todo; eso nos favorece”, confió un asesor cercano al Presidente. Este operativo marcará un punto de inflexión en la relación entre el Gobierno y el kirchnerismo duro, y pondrá a prueba la capacidad de contención de las fuerzas federales ante eventuales choques con manifestantes. Más información en NORTE HOY. Opinión pública: El operativo para trasladar a la expresidenta, aun bajo la premisa de “respetar su investidura”, refleja el delicado equilibrio entre la firmeza institucional y la contención política. La reacción ciudadana ante posibles cortes y disturbios podría incidir de forma decisiva en la agenda electoral del oficialismo y la oposición.